Después de las vacaciones, volvemos a la escuela. Algunos niños/as por primera vez; otros ya son veteranos!
La adaptación es el camino, por el cual los niños/as van elaborando desde los sentimientos y las emociones, la pérdida y la ganancia que les supone la separación o desapego.
Es muy importante que las mamás, papás, abuelos, cuidadores etc. mantengan la calma durante unos días y les transmitan confianza y seguridad. Para ello debemos de manifestar una actitudes positivas apoyadas en un lenguaje igualmente positivo.
Vamos a ver algunas de estas actitudes
- Os aconsejamos dejar al niño/a en la escuela con confianza y tranquilidad. En el suelo, de pie. Si no camina le ayudáis con la mano y animándole verbalmente cuando se encuentra con la educadora.
Ejemplo:
Un beso fuerte, un apretón ¡ Qué bien a la escuela con...!
No debéis alargar el tiempo de la despedida.
- Al regreso mostrarse alegre de volver a ver al niño/a y recibirle con euforia, no dando lastima cuando llore pero si empatizando con él.
Ejemplo:
¡Vaya! ¡Has estado en la escuela con los chicos! Me he acordado mucho de ti y he pensado lo bien que lo estarías pasando.
- En casa no recordarle constantemente que tiene que volver a la escuela, normalizando el día a día. Solo informarle al día siguiente un tiempo antes de entrar.
Recordad que la adaptación es un proceso que tenemos que vivenciar todos pero pasajero.
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